Coach Raquel Silva Jordán/rasijo300@gmail.com
¿No has sentido que caminas pero no llegas? Entonces cabe preguntarte, ¿camino hacia mi meta o será que me distraigo y asumo una ruta que no es la mía?
Si has identificado tu meta, no dejes que las distracciones que vas encontrado te alejen de tu ruta. Si estás poniendo excusas o dejándolo para luego, probablemente estás postergando. Es una conducta que afecta tu disposición para hacer las cosas y tomar acción para alcanzar las metas que deseas.
Aun cuando te des a la tarea de identificar lo que quieres y planificar una estrategia para lograrlo, es posible confundirte y perder el camino. En cambio, cuando sabes quién eres y cómo quieres que sea tu vida, te alineas y vives en armonía con tu interior logrando centrarte, concentrarte y dirigirte correctamente.
Una vez conoces tu propósito de vida, el reto está en aumentar la cantidad de tiempo que dediques a construir el camino que te lleve a tu realización. Tu propósito será la base para construir tu ruta, te llena de inspiración y fortaleza para superar los obstáculos que encuentres en el camino.
Para no perder tu rumbo debes vivir siguiendo tu propósito. No se debe aceptar la vida tal y como viene, dejándote llevar por sus vaivenes; la debes construir de acuerdo a tus deseos.
Te invito a que encuentres las cosas que te hagan sentir pleno y satisfecho, esto te ayudará a encontrar tu propósito y no perder tu camino. No puedes atarte a cosas que te mantengan inmóvil: abre tu mente para crear nuevas posibilidades. Confucio dijo “Si no cambias la dirección, terminarás llegando al lugar que te diriges.”
¿Es al lugar al que te diriges a donde quieres llegar?