Por: Redacción Presencia
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EL CAPITOLIO- Durante la cuarta vista en torno al Proyecto de la Cámara 1844 de la autoría de la representante por acumulación, Luisa “Piti” Gándara Menéndez, que busca crear el “Fondo para la Inversión en la Niñez Temprana”, el bariatra Jorge L. Schmidt González, informó hoy que en Puerto Rico de los 3.7 millones de habitantes o el 66 por ciento tiene sobrepeso u obesidad, lo que representa unas 2.4 millones de personas que sufren de esta condición y se estima que el 80 por ciento pueden tener síndrome metabólico o unos 1.9 millones de habitantes.
“La cantidad de consumo de bebidas azucaradas, tanto carbonatadas y azucaradas, es de 52.4 galones por año por persona, lo que inciden sobre este problema de obesidad”, dijo el galeno en un comunicado de prensa.
Específicamente, estableció que el 85 por ciento de los niños que son obesos tienen la tendencia a ser adultos obesos, lo que trae como consecuencia la diabetes tipo dos, y aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, hipertensión arterial, osteoartritis y ciertos cánceres comunes.
Según Schmidt González, las bebidas carbonatadas son la principal fuente de calorías en la dieta, ya que provee el siete por ciento del total de calorías y si le añadimos las bebidas no carbonatadas llegamos al nueve por ciento. Los adolescentes obtienen el 13 por ciento de sus calorías de bebidas carbonatadas y no carbonatadas. Lo que ha reemplazado o desplazado en gran medida el consumo de leche, agua y los jugos naturales.
El bariatra añadió que en este escenario deben unir esfuerzos los padres, líderes comunitarios, maestros, principales y el gobierno para imponerle el pago de impuesto aquellos que quieran seguir apoyando esta industria.
Señaló que el proyecto de intervención temprana en niños de edad preescolar “le hace justicia social y es un asunto que hay que atender urgentemente”, ya que según mencionó, las recomendaciones del doctor Heckman, premio nobel en economía, esta inversión en estos programas logrará a largo plazo una mejor salud en los ciudadanos, de modo que no se tenga que gastar en remediar los problemas de salud en la adultez.
La Presidenta de la Comisión de Bienestar Social y Para la Erradicación de la Pobreza, que analiza esta pieza, señaló que ante estos datos, “se necesita valentía y compromiso para transformar las prioridades de inversión pública y garantizar que nuestros recursos humanos y fiscales van dirigidos a los servicios de mayor rendimiento y con mayores probabilidades de impacto permanente en el desarrollo socioeconómico de Puerto Rico y la calidad de vida del País”.
Mientras que la doctora Ana Rius, secretaria del Departamento de Salud, mediante ponencia escrita, favoreció la medida ya que “es una tarea encomiable la cual pone a Puerto Rico a la vanguardia de medidas salubristas a favor de la población infantil”.