Vicente Toledo Rohena
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LUQUILLO- La experiencia vivida en muchas comunidades -tras el paso de los huracanes Irma y María- son enriquecedoras y de enseñanza. La gente de la comunidad Villa Angelina, en Luquillo, son testigos del esfuerzo, trabajo y dedicación de quienes se comprometen con el corazón; el centro comunal de Villa Angelina.
El centro comunitario está establecido desde 2005.»
“Durante esta emergencia hemos podido brindarle a la comunidad comestibles no perecederos, alimentos preparados, entre otras cosas con el fin de ayudar en este momento tan difícil”, señaló Joe Santiago, presidente de la Junta Unión y Acción por Villa Angelina, Inc.
Explicó que se han mantenido pendiente a las 193 residencias y 175 familias que componen la comunidad y en su gran mayoría, se ha podido lidiar con las necesidades más apremiantes. De igual manera, tendrán la colaboración de la Cruz Roja en la distribución de más alimentos.
En cuanto a los daños ocasionados por el huracán María, Santiago dijo, “las casas de madera fueron las más afectadas. Otras perdieron sus techos, pero, gracias a Dios, hemos cubierto parte de las necesidades. Hace dos años, tuvimos la ayuda de un programa federal que nos ayudó a reparar el centro para seguir ofreciendo atención a la comunidad…”
El centro comunal realizó labor de punto de acopio. Durante los primeros días de la emergencia, se unió en un acuerdo colaborativo con la Oficina de Manejo de Emergencias para que los rescatistas de otros pueblos que ayudaban en labores de rescate pernoctaran, descansaran y retomaran fuerzas para el día siguiente.
El centro comunitario está establecido desde 2005.
“Quiero resaltar que ahora durante la emergencia, hemos contado con un ángel, Rey Castellano, que nos ha ayudado a conseguir un generador eléctrico para continuar con los servicios que se ofrecen en esta comunidad de Luquillo”, manifesto Santiago.
Suministrada
