Por: Erika Zoé Alvarado
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La obesidad consiste en la acumulación excesiva de grasa corporal, lo que conlleva un exceso de peso de más de un 15-20% del peso ideal.
Es una enfermedad muy común. Se estima que alrededor de un 20% de los gatos que acuden al veterinario son obesos, y generalmente este no es el motivo de consulta, lo que hace pensar que probablemente este porcentaje sea mayor.
¿Y cómo saber si mi gato está obeso?
El método más adecuado será acudir al veterinario si pensamos que está obeso nuestro gato. Un veterinario le puede ayudar a determinar el peso exacto que debe tener el gato.
Aunque existe un método práctico: es «tocar» las costillas. Entre las costillas y la piel debe haber muy poca grasa subcutánea. Si las costillas no se palpan con facilidad su gato tiene posibilidad de sufrir sobrepeso.
Causas de la obesidad
El sobrepeso podríamos asociarlo con diversos factores: disminución o pérdida de la actividad física, períodos más largos de sueño, gatos que habitan en apartamentos, el género del animal (más común en hembras que en machos), si están o no esterilizados (no se debe a un desequilibrio hormonal sino a una falta de la actividad física), edad del gato, así como factores ambientales, sociales y de comportamiento.
Riesgos para la salud
La obesidad reduce el tiempo y la calidad de vida del animal. Puede favorecer al desarrollo de problemas articulares, alteraciones respiratorias, problemas cardíacos por incremento del trabajo que debe efectuar el corazón, problemas hepáticos como resultado de un hígado graso, dificultades durante el parto, diabetes, problemas dermatológicos, etc.
Cómo prevenir la enfermedad
Como sucede con cualquier situación, la prevención es la mayor solución para evitar un problema. En la obesidad sucede lo mismo: Es mucho más difícil que la mascota pierda peso después de haber ganado unas libras de más.
Para prevenir esta anomalía se deben aplicar alguno de los siguientes pasos:
Reducir la cantidad de alimento que se le está suministrando. Es mejor medir la cantidad de alimento que el animal recibe. Esto ayuda a ser consistentes con la cantidad de alimento y previene la tendencia natural de colocar un poco más en la bandeja.
Cambiar la dieta por una baja en calorías. Estos productos tienen un menor contenido de grasa y un mayor contenido de fibra. (Consulte a su veterinario sobre este tipo de dieta)
Aumentar la cantidad de ejercicio que hace el gato. Podemos incrementar su actividad jugando más con él, haciendo que se mueva y se esfuerce.
No comer entre horas. Al igual que ocurre con las personas, el exceso de comida y comer entre los horarios de comida son la causa fundamental del exceso de peso.
Todo esto se puede conseguir más fácilmente si ofrecemos una educación alimenticia al gato desde cachorro. La buena educación alimenticia comienza cuando el animal es cachorro.
Tratamiento de la enfermedad
Además de utilizar algunas de las soluciones comentadas anteriormente, el problema también puede resolverse por medio de la clínica veterinaria.
Si su gato tiene sobrepeso, el veterinario puede diseñar un programa de reducción de peso para la mascota de manera individual y puede ayudar a identificar el problema específico y sugerir alternativas. Puede ser útil pesar la mascota periódicamente para ver el progreso.