Por: Agnes S. Rodríguez Rivera RN BSN, M. Ed.
Coordinadora en Prevención
La diabetes se define como una enfermedad crónica en la que el cuerpo no puede procesar adecuadamente el azúcar (glucosa) en la sangre para convertirlo en energía. Esto ocurre cuando el organismo no produce suficiente insulina o cuando no puede utilizarla de manera efectiva, lo que provoca niveles elevados de glucosa en la sangre. Si no se controla, esta condición puede ocasionar graves complicaciones a largo plazo, como enfermedades cardíacas, problemas renales y pérdida de la visión. Por esta razón, se le conoce como una “epidemia silenciosa” que afecta a millones de personas en todo el mundo, y las cifras continúan en aumento.
En Puerto Rico, una gran cantidad de personas vive con el diagnóstico de diabetes o prediabetes; se estima que 1 de cada 6 adultos padece diabetes, lo que equivale a aproximadamente 519,401 individuos. Esta enfermedad se ha convertido en la tercera causa de muerte en la Isla. Los hábitos alimenticios en Puerto Rico se caracterizan por el consumo elevado de azúcares, grasas y carbohidratos, contribuyendo al creciente número de diagnósticos. A menudo, los síntomas iniciales pueden pasar desapercibidos, lo que lleva a muchas personas a ignorar los riesgos hasta que es demasiado tarde.
Sin embargo, es posible prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes y manejarla de manera efectiva para evitar sus complicaciones. Esto se logra mediante una combinación de hábitos de vida saludable, control médico regular, educación y sesiones grupales de aprendizaje. La prevención y el control son fundamentales en la lucha contra esta enfermedad; incluso las pequeñas decisiones cotidianas pueden tener un impacto significativo en la calidad y la esperanza de vida.
En el Concilio de Salud Integral de Loíza, hemos implementado una estrategia de servicio que ha demostrado ser efectiva en la prevención, control y mejora de la salud de los pacientes con diabetes y prediabetes. Ofrecemos un Grupo de Apoyo que incluye un curso educativo diseñado para empoderar a los pacientes en el autocuidado de su condición. Nuestro equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, que incluye educadores, nutricionistas, psicólogos, médicos de familia, entrenadores personales, farmacéuticos y dentistas, acompaña a los pacientes semana tras semana. Los resultados han demostrado que un 80% de los participantes muestra una disminución promedio de 2.4% en sus niveles de A1c y mejoría en otras medidas como: colesterol, triglicéridos, niveles de azúcar, peso, BMI y estado de ánimo.
Este enfoque integral permite a los participantes aumentar su conocimiento sobre la evolución de la enfermedad y comprender la fisiología básica. También, fomenta la toma de decisiones informadas sobre alimentación, ejercicio y medicación. Promovemos la capacidad de interpretar correctamente las cifras de glucosa y utilizar dispositivos tecnológicos para el control del azúcar. Además, enfatizamos la importancia de la educación continua y la colaboración activa entre el paciente, el equipo de salud y sus familias.
Con el enfoque y el apoyo adecuado, la diabetes no tiene que ser un obstáculo para llevar una vida plena y saludable. Su impacto puede reducirse drásticamente mediante la prevención, el diagnóstico temprano y un manejo efectivo. Por ello, el Concilio de Salud Integral de Loíza te invita a tomar acción hoy: infórmate, cuídate y realiza cambios positivos que, aunque pequeños, pueden marcar una gran diferencia en tu calidad de vida. La diabetes no tiene que ser un destino inevitable.
Para más información sobre el Grupo de Apoyo y servicios educativos, favor comunicarse a: 787-876-2042, ext. 351, 809, 220, o a los correos: arodriguez@conciloioloiza.org y al efraedith@concilioloiza.org
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