LOÍZA – En todas las comunidades de Puerto Rico es conocida la historia de los bebés que se inscribían en el Registro Demográfico años después del nacimiento, ya que los viajes a los centros urbanos eran escasos. Tal pudo ser el caso de Doña Adaverta Hernández Lanzó, a quien su familia y la comunidad loiceña de Las Carreras en Medianía Baja.
“Aunque está inscrita como nacida en 1919, estimamos que ya cumplió los 105 años más o menos”, asegura Eleuterio de sus hijos, que este año cumple 91 este año.
“Mira, una no debe reírse a carcajadas ni arresmillá”, nos asegura la homenajeada al contestar la pregunta sobre el perfecto estado de su cutis. La ocurrencia de la centenaria mujer llenó de alboroto el salón donde se congregaban los vecinos. Doña Adaverta aún regenta un pequeño kiosko donde vende dulces y frutas junto a Puruca, su hija.
Los familiares aseguran que la clave para llegar a esa edad, es la fe, pues Doña Adaverta persevera en la Iglesia de Dios en Parcelas Suárez, así como la alimentación. “El pescado fresco de aquí mismo, las viandas sembradas en la finca… los jueyes, eso no falta”, es el consejo de la mujer.
Wilfredo Rodríguez, su hijo de crianza, nos cuenta que “ella tuvo cuatro hijos y al enviudar, se casa con mi papá y nos crió. Yo tenía dos años y mi hermano Rogelio, ya fallecido, era cuatro años mayor que yo. Muy cariñosa y protectora, pero cuando había que aplicar disciplina…”.
Doña Adaverta recibió la visita de la alcaldesa Julia Nazario Fuentes, quien le llevó flores, frutas y la alegría de tantas personas que le quieren. “Nosotros honramos a nuestros mayores porque son la fuerza que une a las familias. Cada consejo que nos ofrecen son oro para las nuevas generaciones de loiceños”.
