WASHINGTON, D.C. – El Comisionado Residente en Washington, Pedro Pierluisi, se dirigió hoy por última vez en el Hemiciclo de la Cámara de Representantes federal para dar un emotivo mensaje en el que hizo un breve recuento de los logros más significativos durante los pasados ocho años de su gestión e insistió en que Puerto Rico no debe continuar siendo discriminado a raíz del estatus territorial actual.
Hemos dado la pelea’ por los 3.4 millones de ciudadanos americanos en Puerto Rico”.
Entre sus logros, destacó la inyección de alrededor de $7,000 millones a la economía de la Isla en fondos ARRA, el aumento más grande en fondos para el programa de la tarjeta de salud en la historia de Puerto Rico, la eliminación de disparidades en el programa de Medicare, entre otros. De igual forma, destacó la lucha contra la violencia relacionada al narcotráfico con la Estrategia Anti-Narcóticos para la Frontera del Caribe y la legislación proveyendo fondos para la primera consulta de estatus avalada por el Gobierno federal en la historia de Puerto Rico.
“Quiero agradecer a mi pueblo por haberme dado la oportunidad de servirle como su voz en Washington. El pueblo de Puerto Rico está enfrentando tiempos difíciles, pero nunca pierde su esperanza, su dignidad y su agradecimiento por las bendiciones de la vida”, afirmó Pierluisi, mientras añadió que “es imposible resumir ocho años llenos de acción y logros en cinco minutos. Sin embargo, si hay un tema central de mi gestión como Comisionado Residente, es que ‘hemos dado la pelea’ por los 3.4 millones de ciudadanos americanos en Puerto Rico que han sido tratados injustamente por demasiado tiempo”.
“En lo que pudiera catalogarse como una prueba de fuego, la batalla comenzó en cuanto asumí el cargo en el 2009, mientras el Congreso debatía el proyecto de estímulo económico conocido como ARRA. A la misma vez que estaba aprendiendo a moverme por el Capitolio, logramos conseguir que trataran a Puerto Rico básicamente como un estado, inyectando alrededor de $7,000 millones a la economía de la Isla cuando más lo necesitábamos. La batalla continuó el año siguiente con la Reforma de Salud federal, que conllevó el aumento más grande en nuestra historia en fondos para el programa de la tarjeta de salud en Puerto Rico”, sostuvo el Comisionado Residente, quien aludió además a la aprobación de legislación de su autoría y a gestiones administrativas suyas que lograron eliminar disparidades que Puerto Rico enfrentaba bajo el programa de Medicare.
Pierluisi reiteró estar orgulloso de su trabajo para combatir la violencia relacionada al narcotráfico en Puerto Rico y de haber logrado que el Gobierno federal establezca una Estrategia Anti-Narcóticos para la Frontera del Caribe. Asimismo, destacó su gestión para persuadir a las agencias federales de ley y orden a incrementar los recursos que asignan a Puerto Rico. “El número de asesinatos en la Isla se ha reducido por la mitad entre el 2011 y el 2015. Este logro no se trata de estadísticas. Se trata de preservar la vida humana”.
“Por otro lado, he tratado de servirle a quienes nos han servido. Los residentes de Puerto Rico tienen una impresionante tradición militar y ninguna unidad ejemplifica su valor y su carácter mejor que el Regimiento 65 de Infantería, el cual luchó contra el enemigo en el campo de batalla, a la vez que combatió el discrimen en la milicia. Luego de haber aprobado legislación para otorgarles la Medalla de Oro Congresional, estos guerreros, mejor conocidos como los Borinqueneers—ya en el ocaso de sus vidas—pudieron pararse junto al Presidente Obama mientras convertía el proyecto en ley y fueron honrados en una ceremonia en el Capitolio federal que nunca olvidaré”, expresó Pierluisi.
En su mensaje, el Comisionado Residente se refirió a la aprobación de la Ley PROMESA como su “batalla más fuerte”, y afirmó que aunque nadie estaba a gusto con el proyecto y con todas las disposiciones del mismo, está convencido de que si se ejecuta debidamente proveerá “la ruta para un mejor futuro para Puerto Rico”.
Pierluisi concluyó sus palabras expresando la necesidad de cambiar el estatus territorial actual de Puerto Rico, al que describió como “indigno e insostenible”, porque le permite al Congreso tratar a sus constituyentes como ciudadanos de segunda clase.
“Tras un plebiscito local en el 2012, en el cual los residentes de la Isla expresaron claramente su rechazo al estatus actual y su preferencia por la Estadidad, el Congreso aprobó legislación proveyendo fondos para la primera consulta de estatus avalada por el Gobierno federal en la historia de Puerto Rico. La trascendencia de este logro aún no ha sido comprendida adecuadamente. El Gobierno de Puerto Rico debe utilizar este mecanismo para realizar una consulta sobre si la Isla debe convertirse en un estado. Si el pueblo de Puerto Rico ratifica su apoyo por la Estadidad, como espero que lo haga, le corresponderá al Congreso implantar ese resultado. Esta nación, la cual fue fundada bajo los principios de igualdad y justicia, tendrá que actuar a la altura de esos principios”, concluyó Pierluisi, quien aprovechó para agradecerle a sus colegas en la Cámara de Representantes y a los miembros del Senado de Estados Unidos, al personal de su oficina y en especial a su esposa María Elena, a sus cuatro hijos y al resto de su familia.