(Foto/Archivo) |
Aunque es poco frecuente, en comparación con el cáncer de adultos, el cáncer infantil se considera una causa significativa de morbilidad y mortalidad en niños.
El cáncer infantil es un término que engloba varios tipos de cáncer que afectan a niños y adolescentes. Los tipos más comunes de cáncer diagnosticados en niños de 0 a 14 años de edad son leucemias, cáncer de encéfalo y otros tumores del sistema nervioso central (SNC), y linfomas.
En los Estados Unidos, se calculó que en 2023 se diagnosticarían 9,910 casos nuevos de cáncer en niños de 0 a 14 años. Aunque las tasas de muerte por cáncer infantil disminuyeron el 70 % de 1970 a 2020, el cáncer aún es la causa principal de muerte en este grupo.
En Puerto Rico, según datos del 2016 al 2020 recopilados por el Registro Central de Cáncer de Puerto Rico (RCCPR), adscrito al Departamento de Salud, indican que el cáncer infantil, (0 a 14 años) fue menos común que el cáncer en adolescentes, jóvenes adultos y adultos (15 años o más), representando 0.5% de todos los cánceres reportados en Puerto Rico. Además, el RCCPR indicó que un total de 341 niños y niñas menores de 15 años de edad fueron diagnosticados con cáncer y se reportaron 42 muertes por esta enfermedad. El informe indica que los tres tipos de cáncer más diagnosticados en niños y niñas durante dicho periodo fueron: leucemias (22.1%), los neoplasmas del sistema nervioso central (17.6%) y los linfomas (11.7%).
Los síntomas del cáncer dependen del tipo de cáncer, dónde se encuentra alojado, qué tan grande es y si afecta otras partes del cuerpo. La detección temprana puede ser desafiante debido a la variabilidad de los síntomas. Para que se pueda detectar el cáncer en un niño, el médico deberá realizarle un examen físico e indagar sobre posibles signos, íntomas y cambios en el comportamiento, pérdida de peso inexplicada o dolores persistentes. Algunas de las pruebas pueden incluir: pruebas de laboratorio (análisis de sangre y orina), ecografías, radiografías, tomografía computarizada (CT), imágenes por resonancia magnética (MRI), tomografía por emisión de positrones (PET) endoscopias y biopsias, entre otras.
En cuanto a los tipos de tratamientos, el Instituto Nacional del Cáncer establece que dependerán del tipo de cáncer y de lo avanzado que esté. Los tratamientos más comunes son: cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia y trasplante de células madre, medicamentos de terapia dirigida y medicamentos de inmunoterapia.
En caso de sospecha de que su hijo puede tener cáncer, consulte con un profesional de la salud de manera inmediata y comparta todos los síntomas que refleja, cambio en el comportamiento o patrón que haya notado en el menor.
Fuentes: Instituto Nacional del Cáncer y Registro Central de Cáncer de Puerto Rico del Departamento de Salud