Pastor Abner Elías Hurtado
Permíteme enseñarte la importancia que hay en hablar con Dios. La Biblia dice en Génesis 5:24 “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”. Y te preguntarás: – ¿Cómo puedo yo caminar con Dios? No lo veas difícil, porque cuando oras a Dios, cuando le expones todas tus peticiones al Dios creador de los cielos y la tierra, ten por seguro que allí estás caminando con Dios.
Sin importar la necesidad por la que estés pasando Dios te va a escuchar, recuerda que la palabra dice “porque nada hay imposible para Dios”, y no solo te va a escuchar, sino que también te va a responder. Debes disponerte a abrir tus oídos espirituales para escuchar lo que Él quiere decirte, cuando lees y escudriñas la Biblia allí también estás caminando con Dios. Dice su palabra en 1 Juan 5:14-15: “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que, si pedimos una cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”, solo ora conforme a su voluntad, a su palabra que es fiel y verdadera, y se te dará.
En el libro de Proverbios 4:20-22 dice: “Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que la hallan, y medicina a todo su cuerpo”, palabras poderosas porque ellas serán medicina a tu cuerpo y traerán salud a todo tu ser, cuando meditas la palabra de Dios sanidad viene a tu vida, a tu cuerpo y a tu mente, y además allí estás caminando con Dios. ¡Levántate!
Hay una escritura fascinante en el Libro de Isaías 60:1 donde Dios dice a su pueblo: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”. Dios te está hablando en este día y te está alentando a que te levantes, -y ese levantar- es para que animes y te levantes de ese lugar de angustia, de desánimo, depresión, de las deudas, de la opresión, y te exhorta a que dejes eso a un lado y resplandezcas, y te da la razón, y es ¡porque ha venido tu luz!
Jesucristo dijo unas palabras muy interesantes en Juan 8:12: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”, cuando recibes a Jesús en tu corazón, allí estás permitiendo que la luz de Dios entre a tu vida y la consecuencia va a ser que hoy puedas levantarte victorioso de las situaciones y circunstancias. Él solo quiere restaurarte, sanarte, prosperarte y bendecirte de una manera sobrenatural; así que no lo pienses más. ¡Levántate y resplandece!