David José Lucuara
Iglesia Casa de la Palabra
Nosotros somos como un reloj de arena, nuestras vivencias son los granitos de arena cayendo, nuestro dolor es la arena que se está acumulando.
“Hay un tiempo fijo de acomulación, hay un tiempo fijo de vivencias, al final de ese tiempo, está en ti, si renuevas el reloj o lo dejas estancar”.
Cada cierto tiempo vivirás un momento de dificultad, que te pondrá a prueba. Inesperadamente llega algo que te pone de rodillas, y te hace cuestionar toda tu vida y las desiciones que has tomado. Te hace dudar de tu fe, y sus motivos. Está en nosotros si dejamos acumular la arena o si perdonamos, olvidamos, nos redimimos.
Claro, la vida tiene sus altas y bajas, a veces es esa montaña rusa que te da miedo correr. ¿Tendrás el valor de enfrentarla y correrla o dejarás que el miedo te controle? ¿Dejarás que la arena se acumule y estanque tu caminar? ¿Dejarás que los problemas y las vivencias marquen tu andar y marquen tu futuro?
El perdón es ese reloj de arena, el perdón es la herramienta que te catapulta a crecer.
El perdón es la montaña rusa que está esperando que la montes y corras hacia el cambio. Corre, perdona, vuela.
El corazón es lo mas frágil que temenos, pero también lo mas poderoso.
Dicen que el conocimiento es poder, pero digo el perdón es poder. Libera tu corazón, tu mente, de las cadenas de las circunstancias.
Libérate de las palabras que te han hecho parar. Y cuando te liberes, el Señor te usará para que otros al igual que tú, conozcan del perdón y tomen ese paso hacia un nuevo camino y mejor mañana.
Solo puedo imaginar que mi experiencia de caminar con Dios, liberará, cambiará y transformará la vida de otros.
Mi casa es su casa; Casa de la Palabra.