Por: Livio Ramírez
Ministerio Dios Habla Hoy
Una lección es un conjunto de conocimientos que da un maestro a sus discípulos o les enseña para que lo estudien. En sentido figurado es una amonestación, ejemplo ajeno que nos enseña el modo de conducirnos. La mayoría de las lecciones que aprendimos vinieron de los maestros. De estos aprendimos a leer, a escribir; a sumar, a restar, y otras lecciones para realizar efectivamente nuestra función en la sociedad. Otras lecciones importantes las aprendimos de nuestros padres, quienes tienen la responsabilidad de enseñar, corregir, guiar e instruir a los hijos en el conocimiento de Dios. De estos aprendimos los valores éticos, morales y cristianos. Aprendimos con su ejemplo lo que es correcto, y lo que no lo es. Por eso el proverbista exhorta a los padres: Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. (Pr. 22:6)
Pero hay lecciones que hemos aprendido a través de la vida por medio de experiencias que no se adquieren en la escuela. De la vida diaria aprendimos que el violar las leyes tare como consecuencia el pago de multas o cárcel. Del trato diario con otras personas aprendemos que a veces es mejor permanecer callados, en vez de responder; que habrá situaciones que podamos superar, pero habrá otras que tengamos que aceptar porque no las podremos cambiar. Aprendemos también que nadie es perfecto, y, por lo tanto, no estamos exentos de cometer errores; pero que lo importante es reconocer los errores, y seguir adelante. En otras palabras, que aprendamos de las experiencias y de los errores.
Pero las lecciones más importantes las encontramos en las páginas de la Biblia. El salmista David aprendió en la escuela de la aflicción. Por eso, él declara, dirigiéndose al Señor: “Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos”. (Sal. 119:71) El apóstol Pablo aprendió que puede estar gozoso en cualquier situación. Por eso, él declara: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo, y por todo soy enseñado”. (Fil. 4:12) Pero la lección más importante de la Biblia es que todo conduce a Cristo. El Señor Jesús dijo: “Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de Él, viene a mí”. (Jn. 6:45) La lección más importante del Señor es su exhortación: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. (Mt. 11:29)