domingo

junio 15, 2025
Search
Close this search box.

Reflexión: Hombres valorando a las mujeres

(Foto/Archivo)

(Foto/Archivo)

Génesis 2 y 3

Ramón A. Sierra

Parte 2:

Anteriormente hemos afirmado que para que el hombre valore a la mujer necesita entender la visión de Dios respecto al hombre y a la mujer en la creación. Por un tiempo indefinido, el hombre y la mujer gozaron de una relación íntima y directa con Dios en el paraíso,

El hombre y la mujer en la caída

Ambos recibieron la prohibición de “no comer del árbol prohibido”.

La narrativa bíblica indica que “…mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (2:16-17).

Es interesante que a pesar de que aquí Dios le está hablando al hombre (Adán), antes de la creación de la mujer (Eva), más adelante, comenzando el capítulo 3 de Génesis deja claro que ella conocía la prohibición.

Ante la insinuación de la serpiente: “…¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? (v. 1b), “…la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis” (3:2-3).

Lamentablemente, el hombre y la mujer desobedecieron el mandato de Dios.

Génesis 3:6: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella”.

Comienza la lucha de los sexos y los seres humanos comienzan a culpar a otros por su desgracia. Adán culpa a Eva:

“Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” (3:11).

Eva, al ser confrontada por Dios: “¿Qué es lo que has hecho?” le dijo: “La serpiente me engañó, y comí” (3:13). Ella también trata de lavarse las manos.

Ambos terminan culpando a Dios: Adán: “…la mujer que me diste…” y Eva: la serpiente que permitiste que me tentara.

Y este patrón, de echarle la culpa a otros, a la sociedad, e incluso a Dios, continúa. Es la consecuencia del pecado, por eso el perdón requiere reconocer nuestra culpa y arrepentirnos.

Ambos, la mujer y el hombre, son expulsados del huerto y comenzaron a experimentar la muerte: la separación en su relación con Dios, entre ellos, con la creación, e internamente, separación entre sí mismos. Las consecuencias de su pecado llegan hasta nosotros hoy (3:14-19).

Tanto la mujer como el hombre necesitan un salvador su perdón, y perdonarse unos a otros. Como varones podemos valorar a la mujer ofreciéndole perdón y recibiendo perdón de ella. Promover la reconciliación entre los sexos.

¿A qué mujeres significativas en nuestras vidas necesitamos hoy perdonar, o ser perdonados por ellas?

Noticias Recientes​

Edición Impresa

Edición 620

Edición Especial

Boletín de

Noticias

Subscríbete para recibir nuestra edición digital

Encuesta
64

¿Los niños deben usar celulares antes de los 10 años?

Boletín de Noticias

Subscríbete para recibir nuestra edición digital

Subscríbete - Presencia General
[icform formid="492" cfid="12135" cid="1359831"]
Logo with stroke
El periódico regional Presencia es el único semanario del noreste de Puerto Rico que cuenta con una distribución gratuita de 75,000 ejemplares. Presencia cubre la zona desde: San Juan, Carolina, Trujillo Alto, Canóvanas, Loíza, Río Grande, Luquillo, Fajardo, Ceiba, Naguabo, Humacao, Caguas, Cataño, Vieques y Culebra.

Síguenos:

Logo-with-stroke.png

Síguenos: