Pastor Abner Hurtado
Por eso dice: Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes (Santiago 4: 6). *Cualquier cosa que Dios te pida que hagas, te dará la gracia para ello.
Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. Si el don de alguien es el de profecía, que lo use en proporción con su fe; si es el de prestar un servicio, que lo preste; si es el de enseñar, que enseñe; si es el de animar a otros, que los anime; si es el de socorrer a los necesitados, que dé con generosidad; si es el de dirigir, que dirija con esmero; si es el de mostrar compasión, que lo haga con alegría.
Romanos 12:6-8 NVI
Entonces, se nos dan dones, habilidades especiales, de acuerdo con la gracia que Dios nos da, mostrando que hay diferentes medidas de gracia, dependiendo de lo que Él nos diga que hagamos. Por ejemplo, si eres un comerciante y comenzaste llegando con tu producto a un cierto número de personas, Dios te dará la gracia para manejar ese número. Y cuando llegas a diez veces esa cantidad de personas, lo que Él hace por ti es darte más gracia, no más unción o más poder. En ninguna parte de la Biblia nos dice que nos dará más poder o más unción.
¿Qué poder podría ser más que el Espíritu Santo que ya vive en nosotros? ¡Él es el poder de Dios! Sin embargo, Santiago nos dice en nuestro versículo de apertura, «… él da más gracia» ¿Qué es la gracia? Es la influencia divina en el espíritu de un hombre. Es el reflejo externo de esa influencia divina interna: la belleza, habilidad, perfección, excelencia, virtud y gloria de la divinidad en su ser. El problema que han tenido algunos es el mal uso del lenguaje. Lo que muchos llaman unción es en realidad gracia, pero no se dan cuenta. Dirán: «Dios me ha dado una unción mayor», no; ¡No lo hizo! Te dio más gracia. Eso significa que su poder que está dentro de ti se libera más ahora en el exterior, sobre la base de tu llamado o habilidad en tu vida.
¡Puedes caminar con mayor gracia y lograr más para el Señor! Puedes tener su belleza, gloria y bondad liberadas en tu vida en mayor medida, y las escrituras nos dicen cómo: es por tu humildad, sumisión a la Palabra y fidelidad en las cosas que Él te ha llamado a hacer.