Drs. Carlos & Vidalina Echevarría
Psicólogos, pastores y consejeros cristianos
En medio de la pandemia que estamos viviendo que está causando la más grande crisis a nivel mundial escuchamos a menudo la palabra orar. Pero qué es orar y por qué debo orar y cómo orar es la pregunta que hemos escuchado en nuestras redes sociales. Orar es hablar con Dios en nuestras propias palabras. Orar es pedir, rogar, suplicar. Al orar debemos de orar a Dios Padre de quién esperamos la respuesta. Es por el mérito y en el nombre y la obra de su Hijo Jesucristo que confiamos y seremos escuchados. En la Santa trinidad, el Espíritu Santo también tiene lugar en la oración y la fe en el Espíritu Santo de intercesión como si él, orara en nosotros y es tan indispensable como la fe en el Padre. La Biblia está llena de pasajes que nos muestran la importancia de la oración. En el Antiguo Testamento leemos como Moisés se arrodillo y oró en presencia de Jehová su Dios pidiendo misericordia por su pueblo, que había hecho una imagen de un becerro para adorarle y Dios se airó. Dios escuchó el clamor de Moisés y se arrepintió del mal que dijo que iba a hacer a su pueblo (Éxodos 31:11-14). Cuando el rey Salomón fue a dedicar el templo oró a Jehová Dios y dijo: tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti (Isaías 8:28-59) y sabemos que Dios contestó su oración y la gloria de Dios descendió y llenó el templo con su presencia.
En el Nuevo Testamento vemos que estaba Jesús orando a su Padre y cuando termino de orar uno de sus discípulos se acercó y le pidió que los enseñara a orar y les dijo: cuando oréis decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tú nombre (Lucas 11: 1-4). También el apóstol Pablo exhorta a los hombres a orar en todo lugar levantando manos santas, sin iras ni contiendas. Y termina el libro de Apocalipsis donde habla sobre los sellos y dice que vio el Cordero inmolado que tomo el libro y vio las copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. Son nuestras oraciones, somos sus santos, separados para su servicio. ¿Por qué orar? Porque nuestras oraciones llegan a su presencia y Dios contesta las oraciones de sus hijos. No es momento de asustarnos, es momento de elevar nuestras oraciones a nuestro Padre que está en los cielos. Si todavía no le has recibido como tu Padre, recibe el regalo de la vida eterna recibiendo a Cristo como tu Señor, aceptando que siendo Dios se hizo hombre, nació de una virgen, vivió en la tierra y murió por ti en la cruz para que tu tengas vida eterna. dile Señor aquí estoy escribe mi nombre en el libro de la vida. Es la mejor decisión que puedes tomar para la eternidad, en su presencia donde estaremos reinando con él. Que cuando Dios te llame y te pregunte ¿Qué hiciste con mi hijo Jesús? Le digas lo acepte como mi Señor y Salvador. El Padre te dirá entra al gozo de tu Señor. ¡Que Dios te bendiga rica y abundantemente!