Premier González
¿Cómo conseguir 1,000 followers en Instagram en un día? Es una de las preguntas más buscadas en el Internet. Nuestra sociedad nos ha llevado a una búsqueda insaciable por la aprobación de segundos y terceros. Nuestra mente se ha acomodado para que otros vean en nosotros algo bueno y agradable.
Para muchos esto se ha convertido en un problema serio, a que sienten la presión de tener que llegar con algún tipo de contenido a sus redes sociales. Interesantemente, este no es el único caso. Cuando llegamos a un lugar por primera vez, un empleo, escuela o universidad, intentamos por todos los canales conseguir que otros estén a gusto con nosotros.
Vamos a traerte de vuelta a la Tierra; no necesitas ser aprobado por alguien. Tu aprobación ya fue dada. El apóstol Pablo nos hace una pregunta muy interesante a través del libro de Gálatas: ¿Por qué busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿Por qué me esfuerzo por agradar a los hombres? Pablo les pregunta en qué dirección se dirigen, porque están poniendo su esfuerzo en lo que no era correcto. El mismo Pablo cierra este versículo con lo siguiente: “Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo”. Nos confronta, con su realidad y la nuestra. Busquemos agradarle a Dios. Jesús nunca buscó fama y para muchos no tuvo un ministerio exitoso por solo tener 12 detrás de él. El éxito de un hombre no puede ser medido por cantidad, sino por la influencia. Qué mejor manera que cambiar a nuestra sociedad que demostrando que Dios es el centro de nuestra vida y buscamos ser reconocidos por Dios antes que por un hombre.
Si buscas primero a Dios él te va a añadir todo lo que él entienda que es bueno para ti. Nosotros debemos poner nuestra mirada en él, para que, por consiguiente, otros vean a Dios por medio de ti. Dice la Biblia: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”.
Entonces encárgate de hacer lo que Dios nos enseña y vivir conforme a su voluntad. No sigas preguntándote porque no me sigue tanta gente, caerle bien a todos imitando actitudes y siguiendo corrientes, recuerda que estas aquí, pero no eres de aquí. Tu tesoro viene del cielo, y Dios es demasiado papá para herirte. Entonces, ¿quién te debe aprobar?