Por: Gina Delucca
Escritora Invitada
Mitos y falacias. La semana pasada probamos que pobreza no es igual a sobrepoblación. La prueba es que el país con mayor densidad poblacional, Mónaco, tiene un per cápita de sobre $100,000. O sea, la supuesta sobrepoblación no es la causa de la pobreza. La pobreza tiene sus propias causas, pero eso será otro artículo.
Sin embargo, es importante señalar que la excusa de la pobreza ha servido en las últimas décadas para hacer una limpieza étnica sutil. Las ayudas humanitarias a países del llamado Tercer Mundo dan prioridad a la contracepción y el aborto, en vez de trabajar con el empoderamiento de la mujer a través de la educación. Hay que evitar que sigan naciendo nenes pobres, después de todo, son “non-white”. Esto también será otro artículo.
Vimos, además, que algunos países, como India y China, tienen alta población por razones culturales. Poca emigración a través de la historia es una de ellas, ya que al tener riqueza en su agricultura, la emigración no era una costumbre.
La poligamia—un hombre embarazando a más de una mujer—también contribuye a la alta población, y tristemente, al empobrecimiento de la mujer. A esto se suma el matrimonio arreglado de niñas, quienes desde temprano comienzan a concebir y su matrimonio tiene características de esclavitud.
Entonces tenemos la preferencia por los varones. Hay matrimonios que, por ejemplo, tienen tres nenas, y seguirán “tratando” hasta que les nazca un varón.
Desde que en China se instituyó la política de un niño por familia en 1979, ha habido un desbalance de género. En el presente hay toda una generación de varones que no encuentran novia, porque esas “nenas” fueron parte de una “limpieza poblacional” por razón de género.
Entonces otro mito común es sobre las familias grandes. Mi hermana tiene cinco hijos, los sobrinos más espectaculares del mundo. Son de un solo matrimonio y tienen suficiente espacio de años entre sí. Ella no se volvió loca con cinco niños corridos, sino que el lapso de tiempo entre ellos hizo de su maternidad un proceso gradual y hermoso. Su escenario es Estados Unidos, donde las familias suelen ser más numerosas. Pero no han faltado los que hablen de más y señalen con el dedo a la familia que tiene más de 1.5 hijos, aunque puedan sostenerlos económicamente.
En Puerto Rico, donde ya cuando tienes tu segundo hijo, en el mismo hospital te sugieren que te “operes”, se da un fenómeno diferente. Las familias bien constituidas y estables no quieren tener muchos hijos. Pero vemos a muchas jóvenes que ya tienen cuatro hijos a los 25 años… y no son del mismo papá.
Acaba siendo una familia muy disfuncional, pobre y marginada. Lo cual nos vuelve a la aseveración inicial de que pobreza no es igual a sobrepoblación. En Puerto Rico, cada vez la familia boricua es más pobre, y no estamos sobrepoblados, sino sub-poblados. Mitos y falacias.
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