Por: Javier Donate y Cindy Stalker
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¿Cuál es la principal zona erógena que debe estimularse antes de cada encuentro sexual?
— ¡Los genitales! —dicen los hombres.
— ¡Incorrecto!— contestaron ellas— La principal zona erógena que debes estimular antes de ir a la cama es el corazón.
Definitivamente, cuando se estimulan los sentimientos, la relación sexual es más placentera. ¿Pero, cómo se pueden provocar los mismos? Por medio de la comunicación. Recuerda que los genitales y otras zonas pueden ser estimulados con las manos o con la boca; mientras que el corazón se lo estimula mediante el uso de palabras apropiadas. En un mundo tan superficial como en el que vivimos, muchas parejas desnudan sus cuerpos, pero no sus almas; y en consecuencia, los problemas de comunicación se han convertido en una de las principales causas de divorcios.
Las dificultades relacionadas a las finanzas, a la sexualidad, a los hijos, con la suegra, y otras; pueden resolverse mediante el diálogo y la empatía. Por lo general, casi todos esos conflictos mejoran y se superan mediante la buena comunicación.
Con relación al sexo podemos asegurar que alcanzar una intimidad profunda requiere determinación y tiempo. Como afirma el doctor David Clarke:
Podemos hacer avena instantánea, pero no podemos crear intimidad instantánea. La intimidad con un miembro del sexo opuesto requiere que haya conexión en la conversación. Y la conexión en la conversación es algo que nunca se consigue velozmente. Los grandes matrimonios son una gran serie de grandes conversaciones. Cada experiencia buena e íntima en el matrimonio, resulta como causa de una gran conversación.
Por otro lado Gray establece que:
“una buena comunicación abre a la mujer a los grandes gozos del sexo…”
La calidad de las relaciones íntimas está determinada por la calidad de la comunicación. Veamos un ejemplo:
Joel llega a su casa del trabajo. Estaba excitado, pues durante el camino estuvo pensando en su atractiva esposa. Se dirige hacia ella y va directo al grano. Maricarmen se incomoda pues a su vez llegó algo exhausta de su trabajo, no está de humor para el sexo. Joel insiste, ella no accede, él se incomoda.
“¿Qué le sucede a Maricarmen?”. Se pregunta Joel. La respuesta le llega mientras recuerda lo que sucedió la semana pasada. Cuando él llegó del trabajo comenzó a compartir emocionado con su esposa una buena noticia que había recibido durante el día. Ella le contó también algunas cosas. Se escucharon el uno al otro con mucha atención, rieron juntos. Parece que la comunicación se convirtió en un afrodisiaco natural. Terminaron en la cama haciendo el amor.
Otro caso:
Carolina y Jorge tienen tres años de casados. Él piensa que sus momentos íntimos son grandiosos, por que los disfruta al máximo, creyendo que su esposa también lo hace.
Lo que Jorge no sabe es que ella nunca alcanza satisfacerse, pues no logra llegar al orgasmo en sus encuentros. Carolina, por temor a ser considerada fría, no dice nada y finge una experiencia orgásmica. Esto hace que a menudo se sienta frustrada y con un sentimiento de culpa que incluso tiende a afectar su sentido del humor.
¡Qué diferente sería la situación si Carolina y Jorge se sentaran a hablar franca y abiertamente respecto a lo que los excita y les proporciona placer! Una conversación picante y atrevida podría convertirse en una vía que los conduzca hacia un encuentro sexual más placentero para ambos, y a la vez le proporcionaría a Jorge las herramientas para saber lo que debe hacer con el fin de que Carolina alcance una satisfacción sexual de calidad. En otras palabras, cuando hay comunicación ambos cónyuges se estimulan mutuamente el corazón.
Ejercicios prácticos:
1- ¿Existe alguna situación que te impide disfrutar al máximo los momentos de intimidad con tu cónyuge? Aprovecha para que le menciones a él o a ella, dichos impedimentos.
2- Menciona tres cosas que desearías que tu pareja hiciera durante sus encuentros íntimos.
3- Tu compañero o compañera puede decirte a su vez, lo que piensa con relación a lo que le acabas de decir.