Por: Isabel Cintrón Moscoso
CAROLINA – Son las 9:00 a.m. de un jueves, y en el Centro de Control de Animales de Carolina todo es movimiento. Una hilera de carolinenses aguardan a que los profesionales de la salud veterinaria vacunen o esterilicen a sus mascotas.
El cubículo de Janice Carrasquillo es uno de los más concurridos. Janice, con la ayuda de un técnico, administra las vacunas y lleva al día el récord de las mascotas. “En el Centro se vacuna un promedio diario de 40 mascotas, y a nivel general, se atienden unas 100 dueños de mascotas diarias, de martes a sábados, que es cuando el Centro abre sus puertas al público”, comenta.
De repente se abre la puerta de la oficina del director, el doctor César González, Jr., al que le sigue un alguacil para emplazarlo con una citación del tribunal en torno a una querella sobre maltrato de animales radicada por un vecino de Carolina. “Todas las semanas recibimos una o dos querellas, que casi siempre terminan en el tribunal, y como aquí en el Centro tenemos la Unidad Protectora de Animales (UPA) de la Policía Municipal de Carolina, también velamos porque se cumpla con su cometido”, dijo.
El Centro de Control de Animales de Carolina comenzó hace 16 años cuando el fenecido alcalde Aponte De La Torre quería resolver un problema grave de animales realengos.
Para ello, detectó a un veterinario establecido en Carolina al que le encomendó el proyecto, y le dio rienda suelta para que levantara un Centro que con el paso de los años se ha convertido en una enorme empresa emblemática de Carolina y multifacética que ha dado cátedra al País.
El pasado año fiscal, el Centro administró 5,000 vacunas contra la rabia a perros y gatos, y sobre 1,600 esterilizaciones y castraciones, con el objetivo de reducir la sobrepoblación de animales realengos, lo que constituye un problema de salud pública en muchos municipios.
Uno de los servicios es el de la adopción de mascotas. “Hemos hecho historia desde el Centro de Control de Animales y seguimos reinventándonos”, sostuvo el doctor González, al enfocarse en el nuevo renglón de la adopción.
Con mucho entusiasmo, nos desplazamos hasta el salón de candidatos para adopción, donde 15 perritos en sus jaulas nos recibieron en medio de una gran algarabía. Satitos, perritos mezclados y tres Miniature Schnauzers hicieron lo indecible por hacernos gracia y lamernos, pero la feliz noticia es que 11 de ellos ya habían sido adoptados, aguardan esterilizados y desparasitados en cuarentena, y pronto contarán con un nuevo hogar y una vida nueva.
Más abajo, en el mismo salón, otros seis gatos hermosos, robustos, limpios y bien alimentados, esperaban a que amantes de los felinos los liberaran y les regalaran un buen hogar.
Sin duda, el Centro de Control de Animales de Carolina continúa haciendo historia y abriendo camino, con servicios de primer orden y administrados con sensibilidad.