Por: Janery Astacio Marrero y Héctor J. Álvarez Colón
Andando por los lares de nuestra tierra, y adentrándonos en los rincones más profundos de las montañas del municipio de Orocovis, PRESENCIA tuvo la oportunidad de conocer El Fogón del Bolo, esto como parte de las actividades navideñas que hemos celebrado como equipo a partir del Día de Acción de Gracias.
La calidez de El Bolo, propietario del restaurante con aspecto de museo, nos recibió en la finca que una vez perteneció a sus padres, tal cual llegáramos a casa de un familiar muy querido. “¿Quieren jugar Domino con los pies en el agua?”, nos preguntó a modo de sugerencia el pintoresco caballero, refiriéndose a un espacio para el pasatiempo contiguo a la piscina del lugar.
Sin duda Raúl Colón Torres –nombre de pila de El Bolo- conoce las historias de la región propias de su época y a la de sus antepasados. Pasar la tarde con él fue toda una clase de historia, y para cerrar la noche jugamos trompo, chavito al hoyo y tiro de honda.
No recuerdo la última vez que gozamos tanto.
Definitivamente que llegar a El Fogón del Bolo es toda una aventura que no te puedes perder; ya sea a través de la ruta para vehículo todo terreno, entrando por el sector Guaraguaíto en la carretera 590, o tomando el camino del Barrio Pellejas en la carretera 593.
Si deseas pasar un día familiar de calidad o entre amigos, no debes pensar en otro lugar. Y como El Bolo lo hace todo posible, quien sabe si hasta puedas pernoctar en el lugar con unas casetas de acampar.
Para más información, sobre cómo llegar o los métodos de pago aceptados, comunícate al (787) 359-5921.
