Drs. Carlos y Vidalina Echevarría
Psicólogos, pastores y consejeros cristianos
El libro de los Salmos es el libro más citado por todos los estudiosos del Nuevo Testamento. Estos entendieron que este es un libro fundamentalmente de alabanza a Dios y de oración que expresa el sentir del pueblo de Israel desde la época de la monarquía hasta la última etapa del Antiguo Testamento. Para los hombres del Antiguo testamento el máximo encuentro con Dios se producía en el templo de Jerusalén, y los Salmos nos deja ver la añoranza que sentían del lugar santo y el gozo que expresaban al permanecer en el templo. Dos instituciones de Israel son relevantes en los Salmos, el rey como instrumento de la salvación otorgada por Dios y el templo como lugar de la presencia de Dios. Ambas anunciaban a Cristo, el descendiente de David. En el Nuevo Testamento vemos como esas promesas se cumplen en la humanidad de Jesucristo él que celebramos su nacimiento en Navidad.
También recibimos felicitaciones deseándonos un nuevo año de prosperidad. El Salmo 1 versos 1-3 nos dice que podemos tener ese año lleno de dicha y bendiciones que nos han deseado y esa felicidad siguiendo los consejos que en el se encuentran. Este dice: dichoso el hombre (y la mujer incluida) que no sigue el consejo de impíos, ni se detiene en el camino de pecadores, ni se sienta a compartir con farsantes, sino que se complace en la ley del Señor y de noche y de día medita en ella. La promesa para que el año 2019 sea de prosperidad está en el verso tres que dice: que será como árbol plantado junto a corrientes de agua, que dará fruto a su tiempo, se mantendrá verde, no se secará y todo lo que hace será próspero.
Si quieres un próspero año 2019 lee la Biblia, en ella tienes las instrucciones a seguir y congrégate en un templo con tu familia. Deja que la presencia de Dios se sienta en tu hogar. Que su presencia se refleje en tu vida y en la de los tuyos.
¡Dios te bendiga rica y abundantemente!