Pastores José villegas y Yomarie Cotto
La vergüenza asume muchas formas. Se conoce en las sombras de las personas exitosas, confiadas y triunfadoras, que luchan por lograr un balance entre su trabajo y sus hijos y en el corazón de las personas.
Pablo lo dice bien en esta escritura (Filipenses 1:4-6): “Quien comenzó tan buena obra en ustedes la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús”.
Hay un enemigo que quiere robar, matar y destruir y a medida que Dios aumenta nuestro impacto influencia y fruto; el enemigo aumenta sus esfuerzos para derribarnos. Pero a Dios nunca se le agarra desprevenido, él revela áreas no sanadas del todo para que podamos ser sanadas y completas para el siguiente nivel de nuestro llamado, relaciones y propósito. Estas son buenas noticias, incluso aunque nos hagan retorcernos un poquito serás maduro y completo sin que te falte cosa alguna. Cuando entendemos que estamos siendo desafiados emocionalmente y nos hace daño, tenemos la oportunidad de reconocer las respuestas, patrones quebrantados del pasado, rendirnos al toque sanador de Dios y decidir convertirnos en levantadores de vergüenza en vez de hacedores de vergüenza.
Jesús quiere brillar a través de ti.