José Rafael Hernández Pérez
CAROLINA – Michael Díaz Rosario, Carlos Díaz Rosario y el camarógrafo conocido como “Tío Samson” forman parte de un osado grupo de ciudadanos residentes de Carolina que han emprendido la peligrosa, pero encomiable, aventura de atrapar caimanes en toda la Isla, los cuales se han convertido en una plaga en los cuerpos de agua de Puerto Rico.
Los hermanos se enfocan en la búsqueda y captura específicamente de caimanes, aunque durante sus salidas han identificado otras especies, como la boa puertorriqueña, la cual, según han observado, se ha proliferado en Carolina. Sin embargo, aseguran que en estos momentos lo que más abunda son los caimanes.
“Realmente, en todos los cuerpos de agua de Carolina hay caimanes… en el Río Grande de Loíza, en caños como Lagos de Blasina, en el caño donde sacamos a los 13 caimanes los otros días (La Laguna Torrecilla, canal Blasina), también hemos identificado caimanes en la segunda extensión, la tercera, cuarta, quinta y hasta sexta de Carolina”, aseguró Michael.
El joven cazador indicó que, según su percepción y el tiempo que ha dedicado a la caza de estos reptiles, en Carolina se podría estimar que hay más o menos 10,000 caimanes en todos sus cuerpos de agua.
Específicamente, un caimán de tres pies que estos jóvenes atraparon y abrieron tenía poco más de 50 huevos. Díaz Rosario explicó que hay muchas más hembras que machos, y que en cada momento están poniendo estos huevecillos, sin que otros depredadores se interesen en comerse dichas crías.
Además, manifestó que el caimán es un animal tan dispuesto a la supervivencia que, incluso después de muerto, desollado, y al extraerle sus órganos internos, su corazón sigue latiendo.
En cuanto a la hembra del caimán, esta tiende a ser muy celosa con sus crías; siempre se le puede apreciar custodiando los alrededores del nido para evitar que los depredadores o seres humanos se acerquen.
“…el que se pegue va a llevarse su corrida; rápido ella (la caimán hembra) sale a enfrentar como que ‘estoy aquí y no te pegues’, ¿y en el agua? Muchacho, me gustaría que tú los vieras cómo corren por encima del agua”, describió.
En cuanto a los hábitos alimentarios del caimán, estos no escatiman en lo que comen, ya que son carnívoros y herbívoros. Su dieta consta, pero sin limitarse, de frutas y animales, afectando la flora y la fauna. Están más activos para cazar en la vigilia de la noche, entre las 10:00 p.m. y las 4:00 a.m. Después de las 4 de la madrugada, el caimán tiende a esconderse en sus nidos, los cuales confeccionan con ramas, palos y otros materiales, y los construyen entre el agua y la tierra.
Como dato particular, mencionó que el caimán, aunque no puede respirar bajo el agua, al divisar a un ser humano, tiende a escudriñar su presencia. Al sentirse amenazado, hace un resoplido muy audible por su nariz, indicando que está tomando bastante aire para hundirse en el agua, donde puede estar sumergido hasta 30 minutos o un poco más.
Díaz Rosario detalló que, en el año 2023, el grupo que lidera capturó 704 caimanes, atrapando diariamente no menos de 10. Sostuvo que este año el grupo tomó un receso en la captura de estos reptiles, pero la retomaron en este último mes de 2024, durante el cual han atrapado 60 caimanes solamente en aguas del pueblo de Carolina.
“Los caimanes están en todo Puerto Rico; yo he ido a cazar a Humacao, he ido a Cabo Rojo, Mayagüez, Arecibo, Vega Baja, Dorado… en Puerto Rico, de esquina a esquina, hay caimanes. De un 100 por ciento, yo diría que hay un 90 por ciento (de la Isla) que tiene caimanes. El problema con estos animales es que cuando llueve mucho, que están las crecidas, que sabes que las crecidas son kilométricas, (los caimanes) aprovechan esas crecidas y se transportan; se van sobre el agua y nadan, y el que está en Manatí, cuando vienes a ver, está en Dorado, sin darse cuenta… ellos usan las crecidas para transportarse”, acotó.
El grupo ya ha realizado dos festivales denominados el Festival del Caimán, el primero en el municipio de Canóvanas, en el área de la Central Azucarera, donde asistieron más de 5,000 personas, y al año siguiente se celebró en el pueblo de Vega Baja. Durante la actividad, se prepararon diversos platos confeccionados con carne de caimán, la que, según dijo, su sabor se asemeja al pescado y al pollo, ya que este se mantiene la mayor parte del tiempo en el agua comiendo mariscos y pescados.
El caimán más grande que el grupo ha capturado midió 10 pies.
Díaz Rosario advirtió que la mordida del caimán es extremadamente peligrosa, ya que sus mandíbulas contienen una impresionante presión, acompañada de dientes afilados que destruyen todo lo que muerden, al punto de poder cercenar extremidades y desgarrar la piel hasta la exposición de órganos internos del animal o la persona que atrapen.
“La gente nos llama a nosotros, nosotros vamos y asistimos; realmente lo que hacemos es ayudar a la ciudadanía. Hemos capturado caimanes en marquesinas, debajo de los carros, frente a las puertas de las residencias, en carreteras”, sostuvo.
Asimismo, indicó que utilizan herramientas de confección casera para atrapar a los animales sin hacerles daño, como tubos PVC y sogas de 10 pies, entre otros utensilios.