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Muchos factores de riesgo de infección por el VIH son los mismos para las personas de cualquier edad. No obstante, al igual que muchas personas más jóvenes, las mayores tal vez desconocen los factores de riesgo de infección por el VIH a los que están expuestas.
En los Estados Unidos, el VIH se propaga principalmente por: Tener relaciones sexuales por vía anal o vaginal con una persona seropositiva sin Usar condón o
sin tomar medicamentos para prevenir o tratar la infección por el VIH.
Compartir equipo (accesorios) para la inyección de drogas, como agujas, con una persona seropositiva.
Algunos factores relacionados con la edad pueden exponer a las personas mayores al riesgo de contraer el VIH. Por ejemplo, el adelgazamiento y la resequedad de la vagina por causa de la edad pueden aumentar el riesgo de infección por el VIH en las mujeres mayores. Las personas mayores podrían también ser menos propensas a usar condones durante las relaciones sexuales porque están menos preocupadas por el embarazo.
Consulte con su proveedor de atención médica sobre su riesgo de contraer el VIH y las formas de reducirlo.
¿Deben hacerse las personas mayores una prueba de detección del VIH?
Los CDC recomiendan que toda persona de 13 a 64 años de edad se haga la prueba de detección del VIH al menos una vez como parte de la atención de salud de rutina, y que las personas expuestas a un mayor riesgo de infección se la hagan más a menudo. Su proveedor de atención
de salud puede recomendarle que se haga la prueba del VIH si tiene más de 64 años y corre riesgo de contraer este virus.
Por varias razones, es menos probable que las personas mayores se hagan la prueba de detección del VIH:
En general, las personas mayores a menudo se consideran en bajo riesgo de contraer el VIH. Por esta razón, los proveedores de atención de salud tal vez no siempre piensen en hacerles la prueba de detección del VIH a las personas mayores.
Algunas personas mayores pueden sentirse avergonzadas o atemorizadas de someterse a la prueba de detección del VIH.
En las personas mayores, las señales de infección por el VIH pueden tomarse equivocadamente por síntomas del envejecimiento o de afecciones geriátricas.
Como consecuencia, es posible que los análisis para diagnosticar la afección que presentan no incluyan la prueba de detección del VIH.
Por estas razones, es más probable que a muchas personas mayores se les diagnostique la infección por el VIH en una etapa avanzada. Diagnosticar el VIH en una etapa tardía también significa un comienzo tardío del tratamiento con medicamentos contra el VIH y posiblemente más daños en el sistema inmunitario.
El tratamiento con medicamentos contra el VIH se recomienda para todas las personas
seropositivas. Como es el caso con cualquier persona con el VIH, la selección de un régimen de tratamiento contra el VIH para una persona mayor se basa en las necesidades individuales de cada persona.
Sin embargo, los siguientes factores pueden complicar el tratamiento del VIH en personas mayores.
Algunos padecimientos, como la enfermedad del corazón o el cáncer, que son comunes en las personas mayores y exigen atención médica adicional.
Los efectos secundarios de los medicamentos contra el VIH y de otros medicamentos, que podrían ocurrir con mayor frecuencia en las personas mayores con el VIH que en las personas más jóvenes
con el VIH.
El mayor riesgo de interacciones medicamentosas en una persona mayor que toma medicamentos contra el VIH y medicamentos para otra afección.
Los cambios relacionados con la edad que pueden afectar la capacidad de una persona mayor para pensar o recordar, lo que puede dificultarle ceñirse al régimen de tratamiento del VIH.