Héctor Rodríguez
Torreon Fuerte Misión Cristiana
Génesis 4:1-8
Las relaciones no son estáticas, sino dinámicas. Estas se van moldeando de acuerdo a la calidad, tiempo y lugar. Para entrar un poco más al detalle de lo que les quiero compartir, debo de revelarles lo que significa el nombre de uno de estos individuos descritos en el pasaje bíblico.
CAÍN = Posesión
Todos nosotros creemos que somos dueños de algo o de alguien. Nuestro comportamiento cambia de acuerdo a esta percepción.
Para dar un ejemplo de ello, en muchas relaciones matrimoniales hay una pérdida de comunicación afectiva, ya que alguno de las partes ha adoptado la personalidad de Caín.
¿Como así? Sí, la que cree que es poseedor y en esta realidad dañina ya no cree necesario utilizar sus recursos para obtener o conquistar algo, ejemplo: esposa. Le invito a que lea el pasaje enunciado al inicio y note algo importante. Caín realizó un sacrificio
del fruto de la tierra, pero en ninguna parte dice que fue lo mejor de la tierra. Creyó él que tenía el derecho de ser escuchado y aceptado por Dios, pues desde su realidad Dios era suyo y no de alguien más.
Usted al igual puede estar cayendo en ese error catastrófico, diciendo «comparto tiempo con mi (Dueño de) esposa e hijo, madre, padre, amigos, etc.», pero hoy pregúntese ¿es de mayor calidad, atención en detalles e intencionalidad que las primeras veces?
Yo recuerdo hacer unos manuscritos, por lo extensos en la escritura, expresándole mi amor a la mujer que amo y como, hoy, esa cantidad de palabras cargadas de tal afecto han ido reduciéndose de manera vertiginosa, encerrándolas solo en la palabra «Te amo». Yo podría decir que es más que suficiente y que esta palabra encierra todo lo que siento por ella. Pero,
¿qué me ha llevado a este extremo tan dañino para mi relación?
Siendo muy honesto con usted querido lector, ha entrado en mi, Caín, digo «ya es mía, no es necesario conquistarla día a día» ¿Está usted igual que yo? ¿Tiene la misma percepción peligrosa? Dios interactuó con Caín más adelante, diciendo algo que tiene mucho valor para nosotros hoy. Él le dijo: » si bien hicieres», debemos de evaluar si estamos haciendo lo correcto, y si de verdad estamos dando el afecto que realmente ellos se merecen. Pues si no lo hacemos, corremos el riesgo de destruir lo que más amamos