Museo del Niño en Carolina. (Foto/Suministrada)
CAROLINA — Es un lugar amplio, lleno de interesantes exhibiciones para explorar y jugar además de la gran fortuna de tener un espacio divertido para poder compartir y conocer nuevos amigos son solo parte de los distractores que tienen los niños que visitan el Museo del Niño de Carolina. Teniendo esto en cuenta, se han establecido una serie de medidas de seguridad para promover que las familias permanezcan juntas- sobre todo ahora con los protocolos anti-COVID y para evitar que un visitante sea vulnerable a perderse, o ser raptado.
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“El primer requisito para poder entrar al Museo del Niño de Carolina es venir con un niño. Esto le prohíbe la entrada a un adulto que venga solo y minimiza los riesgos de la presencia de pedófilos o de personas con conductas no deseadas en nuestras instalaciones. También, si vemos a un adulto que se ha alejado de su familia, le pedimos que se una a su grupo y que comparta con ellos. Nuestra intención es crear memorias lindas en la vida de los chicos que nos visitan”, compartió Mirgrelis Ramos, directora del Museo.
Una de las recomendaciones que ofrece el equipo de trabajo del Museo es que, a su llegada al lugar, se le tome una foto a los niños que le acompañan. “Esto también pueden hacerlo cuando visiten espacios abiertos como la playa, un parque o un centro comercial. Así, además de tener una foto actual, tienen los detalles importantes de su vestimenta y accesorios”, aconsejó Ramos.
Sin embargo, en caso de que un niño se distancie de su grupo, el Museo del Niño tiene una serie de protocolos establecidos para garantizar la seguridad de todos los que le visitan. “Gracias a Dios nunca hemos tenido una emergencia real de un niño perdido en las instalaciones. Existen una serie de medidas de seguridad además de unos protocolos que se ensayan con frecuencia para asegurarnos que tenemos la capacitación y la práctica necesaria para poder implementar las acciones en caso de esta emergencia de la forma correcta y, sobre todo, rápida”, explicó el alcalde de Carolina, José Carlos Aponte.
El Museo del Niño cuenta con una entrada única y una sola salida; ambas custodiadas por personal del museo. Ningún niño puede entrar o salir sin la compañía de un adulto. “En el caso que un padre, tutor o adulto acompañante notifique que ha perdido de vista a un menor, inmediatamente se inicia el protocolo con las medidas más rigurosas; no esperamos a tratar de encontrarle, la alarma de alerta se activa de inmediato, incluyendo un aviso a la policía municipal que tenemos destacada en las instalaciones. Si resulta ser solo un susto, como ha pasado anteriormente, pues qué bueno; de lo contrario, nos aseguramos de no perder ni un solo minuto”, explicó la directora. El sistema de rastreo de emergencia que hace la búsqueda especial una vez se alerta que hay un niño perdido toma unos tres minutos.
El rastreo va acompañado por el cierre inmediato de instalaciones. Tanto el edificio principal como las áreas de los jardines del exterior son restringidas para evitar la entrada o salida de personas. “Si es el adulto el que está perdido- que casi siempre es como sucede, ponemos al niño en un área segura en lo que encontramos al adulto que le acompaña. Le hacemos una entrevista al menor para poder identificar de inmediato quién es la persona que le acompaña y reunirles. El proceso va acompañado de una serie de protocolos que realiza la Policía Municipal para asegurarse que la conducta no ha sido un acto negligente por parte del adulto. Es por esto que seguimos siendo el recinto educativo más divertido de Puerto Rico y uno de los lugares preferidos de los niños y jóvenes. Eso es una gran responsabilidad y la seguridad de todos los que nos visitan se atiende con diligencia y severidad”, añadió Aponte.
Para reservaciones o información sobre el Museo del Niño de Carolina puede visitar su página web www.museodelninocarolina.com o llamar al 787-257-0216.
