CAROLINA- El hospital Dr. Federico Trilla, en Carolina, implementó un plan de acción para establecer los mecanismos para la identificación, evaluación y manejo de los pacientes con sospecha del coronavirus COVID-19. Entre las medidas tomadas, colocaron unas carpas en el exterior del hospital para ampliar los servicios de sala de emergencias.
Según el documento oficial del hospital, todo paciente que llegue a la sala de emergencias con los síntomas y con los factores de riesgos epidemiológicos, el personal de enfermería asignado a la carpa realiza el primer ‘screening’. Una vez se identifique el paciente se le proveerá un respirador de partículas (mascarilla). Luego, el personal de registro será responsable de notificar inmediatamente al médico emergenciólogo, supervisor de la sala de emergencia o supervisor general de este paciente. El médico procederá a validar los criterios de posible sospecha de COVID-19 y una vez validada la información será responsable de activar y solicitar la activación de la Clave Azul Tipo Q a la extension 345.
El oficial de transporte debe pasar el paciente hasta la habitación 515 donde el médico debe colocarse la vestimenta de protección para proceder con los estudios pertinentes. En el caso de que el paciente requiera que se realce una radiografía, la misma se realizará con una maquina portátil y el técnico a cargo debe cumplir con todo el protocolo de protección para cumplir con las políticas de desinfección y limpieza ha ser reportado diariamente ante vigilancia epidemiológica.
Si el médico identifica que el caso no está relacionado al COVID-19, el paciente debe ser transportado siguiendo los protocolos de control de infecciones.
En el caso de que el paciente llegue con síntomas de coronavirus en ambulancia, el personal clínico lo atenderá en la carpa designada como sala de emergencias, donde se le harán las preguntas correspondientes, identificación clínica y todo el proceso de registro del paciente. Luego, el personal a cargo debe comunicarse con los médicos de turno en la sala de emergencias, quienes estarán en la entrada esperando a el paciente para culminar el proceso de preguntas y cambiar la mascarilla regular por un respirador de partículas ante la sospecha de COVID-19 y se ubicará en el area de Trauma #2.
En situaciones donde el médico emergenciólogo no haya sido notificado y no esté esperando al paciente el personal clínico del TRIAGE (carpa), el personal de seguridad y vigilancia será responsable de notificar inmediatamente al médico emergenciólogo, supervisor de la sala de emergencia o supervisor general. El médico procederá a validar los criterios de posible sospecha de COVID-19 y, una vez validada la información, será responsable de activar la Clave Azul Tipo Q.
En el documento de acción, también, especifican que si la paciente que se presente en el hospital está embarazada se realiza el protocolo antes mencionado, pero, con la diferencia que en esta ocasión el médico debe comunicarse directamente con el ginecólogo de la paciente para notificarle de la sospecha de coronavirus. Si la paciente embarazada no tiene síntomas de labor de parto, pero si sospecha de COVID-19 el caso se manejará como paciente ambulatorio. En el caso de que el paciente, después de ser evaluado por el médico, tiene sospecha de COVID-19 se llevará a la habitación 515 o 516, que son las designadas para aislamiento.
A pesar de que hospital está preparándose para enfrentar esta pandemia, hacen un llamado a la prevención:
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Lavarse las manos a menudo con agua y jabón durante al menos 30 segundos.
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Use un desinfectante de manos a base de alcohol que contenga al menos 60% – 95% de alcohol si no hay agua y jabón disponible.
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Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar.
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Evite el contacto cercano con personas enfermas.
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Quédate en casa cuando estés enfermo.
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Cubrase con un pañuelo de papel cuando tosa o estornude y, luego, descarte el papel en un zafacón.
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Limpie y desinfecte los equipos y superficies que se toquen con frecuencia.