Premier González
Teniendo en cuenta que Job 8:7 nos enseña que todo pequeño comienzo tendrá un gran desenlace. Seguimos en construcción porque cada día vamos viendo cómo Dios sigue transformando, cambiando y moldeándonos a su manera. El gran alfarero sigue trabajando, aunque no podamos verlo. Nos han enseñado que el silencio es sinónimo de no hacer nada en medio de un trabajo u obra, cuando la realidad es que el silencio, nos habla de alguien enfocado en su trabajo.
El alfarero es alguien perfeccionista, alguien que, si ve un error en su obra, la rompe y vuelve a comenzar. Con sus manos va moldeando, formando una vasija que pueda hacer el trabajo por el cual se ha creado.
Con nosotros no hay gran diferencia, Dios nos creó; hizo de nosotros vasijas en espera por ser llenas de Él. Con un propósito, forma individual y singularidad. Somos todos únicos en nuestra forma de ser, pero iguales con un mismo Dios, padre y salvador.
Hoy puede ser el día en donde emprendes un negocio propio, el comienzo quizás no es como lo esperabas, pero si confías en sus promesas hay un gran desenlace que te espera. Hoy quizás diste comienzo a una nueva relación con una persona a la que consideras especial, si Dios está contigo, aunque el principio sea pequeño, podrá ser desarrollado en un gran final.
Lo que te quiero decir con esto es, que en tu pequeño comienzo esté Dios presente, mientras perseveras y resistes ese comienzo será tu pasado, y podrás decir Dios estuvo en tu pasado, está en tu presente y él estará en tu futuro. Mientras vivas podrás decir sigo en construcción, porque cuando la obra este completada estaremos junto a él. Recuerda él es el alfarero y nosotros la vasija. “Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparo para nosotros tiempo atrás.” Efesios 2: 10-12 NTV.